Pico de gallo: dale un toque fresco a tus almuerzos y cenas con esta rápida preparación

El pico de gallo es sinónimo de vida, bienestar, y frescura. Los vegetales más económicos los encuentras en esta porción sana que apenas cuenta con 60 calorías, fibra y muy poquita grasa.

Cualquier tipo de tomate le queda bien, pero los menos acuosos son los más recomendados, así la receta no queda excesivamente húmeda. Por supuesto, los necesitas rojos y maduros, pero no tan suaves, después de todo, deben estar un tanto firmes para triunfar a simple vista.

Por si te lo preguntas, también es válido utilizar chile serrano en sustitución del jalapeño, esto en caso de que cuentes con poco en la nevera.

Nada mejor que el pico de gallo casero, simple y sin muchos aditivos, encaja en cualquier ocasión y llena en poco tiempo. Claire Cary te regala su receta más auténtica, rinde para 6 tazas y conserva su sabor y simpleza en preparación e ingredientes.

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¿Cómo servirlo?

Para empezar, el pico de gallo tiene variaciones, fácilmente puedes colocarle mango picado, durazno, o un puñado de maíz.

No obstante, son los acompañantes los que le dan mayor personalidad al pico de gallo. Úsalo en tacos con carne o de vegetales, molletes, quesadillas, nachos, arroz o papas fritas. Lo que te sobre guárdalo en un envase hermético y consúmelo durante 1 semana, aproximadamente.

«Se volverá más sabroso, pero también toma en cuenta que se volverá más jugoso a medida que pasen los días», acotó Cary en redes sociales.

Diferencias entre el pico de gallo y la salsa

Aunque llevan ingredientes similares, la realidad del asunto es que la salsa se hace diferente y tiene una consistencia distinta. Para que lo entiendas mejor, el aderezo debe verse como un puré, mientras que, el pico de gallo tradicional está armado con cubos de verduras y poco líquido.

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