¡No hay nada como mantener una nevera en orden! Además de brindarte una satisfacción de organización, te puede ahorrar tiempo a la hora de encontrar los alimentos justo antes de comer.
Los expertos recomiendan organizar la nevera según el frío que cada comida necesita. Por si no lo sabías, esto es importante porque el frío retrasa la degradación de los alimentos porque la mayoría de bacterias no pueden multiplicarse a menos de 8°C.
Para comenzar lo ideal es que hagas mercado y ubiques los alimentos que compraste para empezar a organizarlos. Sigue, entonces, los siguientes ‘tips’.
¿Cómo mantener un refrigerador ordenado?
Ubica el orden correcto de la compra:
Una vez identifiques la lista de compra del supermercado, coloca en primera fila de la nevera los productos que vayan a caducar primero. En el fondo, estarán los que todavía tarden más.
Utiliza los accesorios de la nevera:
Las bandejas, los cajones y los accesorios te ayudarán a guardar todo en su sitio y a acceder a lo que está al fondo.
Piensa en porciones:
Guarda cada porción por separado. Este consejo no solo es importante para no desperdiciar tiempo. También te ayudará a cuidar el dinero.porque podrás saber exactamente cuántas porciones de comida consumes al mes.
Organiza la fruta y la verdura por separado:
Lo ideal es que guardes las frutas y verduras en los cajones inferiores para que no reciban mucho frío. Además, es importante que las separes porque la verdura produce ciertos gases.
Ahora bien, si vas a congelar hortalizas lo ideal es que las cortes antes.
¿Dónde ubicamos los huevos?
Esta es una pregunta muy recurrente porque muchas personas no saben si ubicarlos dentro o fuera de la nevera. Sin embargo, en los supermercados los encontramos fuera del refrigerio porque estos alimentos necesitan un lugar fresco, seco y a una temperatura constante.
Por lo tanto, en la puerta los huevos tienen un sitio aislado para estar secos y evitar las contaminaciones.
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¿Qué va en cada parte del refrigerador?
Zona alta:
Guarda los alimentos que vas a consumir antes como pasta, carne, purés, verduras cocinadas o fruta cortada. La nevera tiene que estar a 5°C, pero en verano es aconsejable bajarle un par de grados.
Zona media:
Por lo general, debes colocar en esta zona los lácteos como yogures, quesos y leche fresca. También ayúdate con accesorios como botelleros o dispensador de latas para mantener todo en su sitio.
Zona baja:
Aquí van los alimentos frescos como la bandeja de carne, el fiambre, el pescado. Evitar las posibles contaminaciones así que ubícalos en envases separados y cerrados.
Puerta:
En esta zona se colocan los alimentos que más soportan los cambios de temperatura. Por ejemplo, puedes poner la mantequilla, las mermeladas y las salsas.
Cajones:
Esta zona es la menos fría, ideal para las frutas y las verduras. Los cajones de ‘pan’ son excelentes para que los alimentos ‘respiren’.
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¡Ojo! Hay comidas que guardas en la nevera y no deberías
Frutas tropicales:
Las frutas de origen tropical como los aguacates, la piña y los plátanos les va muy bien en lugares oscuros y frescos. Si aún no lo has cortado y están en buenas condiciones, lo mejor es que los dejes fuera de la nevera.
Patatas, cebollas y ajos:
Si colocas las papas dentro de la nevera, sus almidones se transforman en azúcar y su sabor cambia. Por eso, es ideal ponerlas en bolsas opacas de telas y separadas de las cebollas y los ajos.
Frutas de verano:
Los melocotones, melones, tomates o calabacines pierden su sabor y textura en zonas de -10°C.
El pan y la bollería:
Déjalos afuera en una depensa o haz rebanadas para congelar y descongelar en el tostador.
Quesos secos:
Es ideal que los guardes en un lugar fresco y envueltos en papel.
Chocolate:
Si no hace mucho calor, lo mejor es que los dejes afuera de la nevera para que el frío no altere su textura y sabor.