Semillas, papel de aluminio y agua: lo que necesitas para germinar maracuyá en 7 días

Para hacerlo fácilmente en casa necesitas semillas de maracuyá de cualquier tipo, ya sea la tradicional o la morada.

Germinar maracuyá. Crédito: Freepik

Este método para germinar maracuyá en casa es rápido para que tengas la fruta en casa todo el año y la uses para tus postres favoritos.

Sin duda, la planta de maracuyá es hermosa y frondosa, pero para que no gastes demasiado dinero comprando esquejes de la misma en viveros, lo mejor es que la germines de una forma casera. Puedes hacerlo con cualquier tipo, ya sea la tradicional o la morada.

Para esta actividad necesitas semillas de maracuyá de cualquier tipo, ya sea la tradicional o la morada. Pero no desperdicies las cáscaras de la fruta y prepara deliciosos batidos.

Procedimiento para germinar maracuyá en casa

¿Qué necesitas?

¿Cómo se puede germinar?

  1. Saca toda la pulpa con las semillas sobre el colador.
  2. Lávalas bien y ponlas sobre el papel absorbente.
  3. Espárcelas bien sin que se toquen unas con otras.
  4. Tápalas con otro papel absorbente y riega hasta que queden bien húmedas.
  5. Ahora ponlas con el papel absorbente sobre papel de aluminio y cierra con más papel aluminio.
  6. Cierra por todos los lados.
  7. Ponlas en una fuente de calor y verás que en una semana comienzan a germinar.
Después de germinar las semillas, trasplántalas a una maceta pequeña. Crédito: Freepik

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Trasplanta las semillas con raíces

Después de una o dos semanas, te darás cuenta que la mayoría de las semillas han germinado. El siguiente paso será pasarlas a una maceta para que se comience a desarrollar la planta de maracuyá.

Toma cada semilla con raíz con la ayuda de una pinza. Hazlo con mucho cuidado para no dañar el brote y retira todo el papel de la semilla.

Continúa llenando una maceta pequeña con sustrato universal y un poquito de arena para favorecer el drenaje. Además, agrega compost.

Luego, prepara un agujero en la tierra no tan profundo y siembra la semilla con la raíz hacia abajo. Cierra con tierra y aplana con tus dedos.

Finaliza con un buen riego hasta que el agua empiece a salir por abajo de la maceta. Otra opción es que le apliques abonos orgánicos líquidos para llenarla de muchos nutrientes.

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