El chef colombiano Sebastián Vargas sumó a su trayectoria una estrella Michelin. Esto fue gracias a su labor culinaria en el restaurante Los Félix, donde se sirven platos de la gastronomía mexicana. El local está ubicado en Miami y le rinde un homenaje a la herencia indígena y la sabiduría de las madres y abuelas.
Los Félix ofrece menú de brunch y de cena. Entre los platillos incluyen tacos, esquíes, guacamole, topos. También incluyen platos colombianos como la arepa de huevo.
“Los Félix es brillante y muy bien diseñado. Equipado con mucho arte y un espectro de colores, su vibra es casi instantáneamente clara: moderna, orgánica y juvenil. Fibras naturales, madera elegante y una paleta de colores tenues dominan la decoración, mientras que un bar completo y música para adaptarse a todos los estados de ánimo lo convierten en un éxito entre todos los grupos”, explicó la guía Michelin.
La editorial gastronómica le recomienda a los comensales a probar las carnitas de carrillera con cerdo con cuarto salsas: pargo crudo cubierto con virutas de jícama y alioli de aguacate y pulpo a la plancha con mole de remolacha.
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Sebastián Vargas tiene 30 años de edad y es el chef más joven en recibir este reconocimiento. Nació en Santa Marta, desde muy pequeño tuvo influencias gastronómicas de todo el mundo gracias a los constantes viajes de su familia.
Se formó en Culinary Institute of America de New York. Actualmente tiene dos restaurantes en Miami: Los Félix y Krus Kitchen, cuyo menú está pasado en vegetales e ingredientes que estén disponibles por temporada.
En una entrevista para El Colombiano, Herrera contó que la estrella Michelin es “un reconocimiento a un equipo insuperable, al trabajo y sacrificio que todos ponemos. Es algo completamente inesperado, que nunca imaginamos que pudiera pasar en estos momentos, ya que nuestro restaurante no tiene más de un año, comenzamos desde cero, de una manera muy orgánica, sin objetivos tan grandes como es la estrella Michelin”.
Aseguró que están muy emocionados y que los llena de fuerza para seguir trabajando. “Aparte de la importancia del premio, para nosotros y para mí es un abrazo de fuerza y de amor, para avanzar y luchar por este sueño de convertir espacios de gastronomía, de buena música, vinos y de conciencia sobre la sostenibilidad en lugares para la cultura”.