Muchas personas cuando inician un estilo de vida saludable se enfocan en cambiar el tipo de alimentación y esperan cambios drásticos en el cuerpo físico. Sin embargo, en ocasiones se ignoran los otros hábitos importantes para incorporar en la jornada y que influyen en el proceso para bajar de peso.
Si crees que eres estricta con la dieta y constante con el ejercicio, pero no pierdes peso, te contamos algunos tips importantes que debes tener en cuenta.
¿Por qué no podemos bajar de peso?
Para empezar, deja a un lado la frustración porque la constancia y la disciplina son claves en un proceso de adelgazamiento. Y toma en cuenta los siguientes errores que varios cometen durante la pérdida de peso.
1. No beber agua:
El agua es importante para el organismo. Por lo general, se recomienda beber entre 1,5 y 2 litros de agua por día. Todo depende del peso, la estatura, la edad y la actividad física que cada persona desarrolle.
En ocasiones, la resistencia del cuerpo a bajar de peso ocurre cuando se encuentra deshidratado y afecta la quema de grasa en el organismo. Cuando no se toma la cantidad de agua necesaria, la lipólisis al realizar alguna actividad física no será efectiva.
2. No seguir una dieta adecuada:
Cuando estamos en un proceso de pérdida de peso es importante el déficit calórico. Sin embargo, siempre es importante que tengas el acompañamiento de un médico porque, a veces, el organismo reacciona de manera inesperada a ciertas medidas alimenticias.
Así que si no existe un buen equilibrio entre el hambre y la saciedad, el cuerpo puede interpretar de manera errónea que necesita conservación de energía y, por consiguiente, no va a bajar de peso.
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3. El estrés:
Aunque no lo creas, controlar el estrés emocional es determinante para bajar de peso. Cuando vivimos en un constante estado de estrés, el cuerpo necesita ahorrar energía como respuesta de un instinto de supervivencia.
Es probable que el organismo utilice la comida para frenar las sensaciones incómodas y, por lo tanto, provoca que comamos más de lo indicado.
4. Implementación de medicamentos:
En la industria farmacéutica existen medicamentos que pueden alterar el proceso de pérdida de peso. Si estás en algún tratamiento contra la depresión, la diabetes o la hipertensión arterial es posible que el cuerpo se resista a adelgazar. En este caso, lo primero es consultar con un médico.
5. No hacer suficiente ejercicio:
Es posible que después de 1 o 2 meses debas modificar tu rutina de ejercicios, puesto que el cuerpo se ajusta rápidamente a la actividad física. Lo recomendable es que, con el tiempo, aumentes la intensidad del ejercicio para incrementar la resistencia física.
6. No descansar lo suficiente:
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos publicó un estudio en donde determina que dormir 8 horas diarias mejora los hábitos alimenticios y ayuda a bajar de peso.
Cuando el cuerpo no descansa, eleva los niveles de cortisol y, por consiguiente, aumenta el hambre y disminuye la liberación de hormonas regenerativas. Ambas consecuencias influyen en la acumulación de grasa corporal e impide el proceso de pérdida de peso.
7. Consumir alcohol:
El consumo de alcohol siempre va a ser un obstáculo para bajar de peso. Siempre el exceso de esta bebida alcohólica derrumba en poco tiempo los esfuerzos físicos del ejercicio, daña la función del hígado y debilita la capacidad para quemar grasa.