Aprende a conservar las hojas de espinacas utilizando papel de aluminio: método práctico y sencillo

Este método es muy fácil de hacer y ayudará a que tus espinacas estén en excelentes condiciones por 10 o 12 días.

Conservar espinacas. Crédito: Pexels

Las hojas de las espinacas son delicadas y fáciles de romperse, por lo que necesitan de cuidados específicos para que puedan mantenerse durante más tiempo. En este artículo te diremos cómo conservar las hojas de espinacas con solo un utensilio: papel aluminio.

Este método es muy fácil de hacer y ayudará a que tus espinacas estén en excelentes condiciones para que prepares tus platillos favoritos.

Además, te daremos algunas recomendaciones para que se mantengan frescas y te diremos cómo debes lavarlas luego de comprarlas en el supermercado. Recuerda que esto es importante para retirar el exceso de tierra o bacterias.

¿Cómo conservar las espinacas con papel aluminio?

Este técnica sencilla se hace con papel aluminio ya que este absorbe la humedad mientras ayuda a mantener las hojas frescas. Con este método evitarás que se pudran antes de tiempo.

Pero antes de envolverlas, es importantes que elimines las hojas que estén dañadas o en malas condiciones. También es importante que evites este proceso si las hojas ya han sido cortadas.

Sigue estos pasos fáciles para conservar las espinacas:

  1. Selecciona un trozo de papel aluminio suficientemente grande para que puedas envolver completamente las hojas.
  2. Coloca las hojas de espinacas sin lavar en el papel aluminio y envuelve con mucho cuidado.
  3. Por último, mete las espinacas en la nevera y sácalas del frío cuando las vayas a utilizar para tus comidas.
Con este truco casero tus espinacas se mantendrán frescas por varios días. Crédito: Pexels

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También puedes conservarlas con papel absorbente

Si no tienes papel de aluminio en casa, puedes hacerlo con papel absorbente o servilletas. Corta las hojas de las espinacas justo cuando empiezan las hojas; esto ayudará a que estén más frescas.

Limpia cada hoja con agua del grifo y déjalas en remojo durante unos minutos. Después ponlas a secar en un paño limpio o en una toalla de cocina.

Posteriormente, envuelve las espinacas con el papel absorbente, aprieta un poco y guárdalas en un recipiente con tapa. Puede ser un frasco o uno de plástico.

Cada vez que quieras usar las espinacas abre el envase, saca las hojas y vuelve a cerrar para que no entre el aire. Recuerda que debes guardarlas en la nevera.

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